miércoles, 20 de octubre de 2010

The Office en baja forma

¿Puede un capítulo de poco más de veinte minutos aburrir? Sí. ¿Y si el capítulo es de ‘The Office’? Hace algunas temporadas habría negado por completo esa posibilidad, pero puede decirse que la serie lleva ya un tiempo irreconocible. Sabes que algo no va bien cuando disfrutas cada momento de un episodio de ’30 Rock’ o ‘Community’, pero cuando llega la hora de ‘The Office‘ aparece también una mezcla de indiferencia y nostalgia por lo que la serie fue en su día.

Puede decirse que ‘The Office’ ha empezado la actual séptima temporada de forma similar a cómo acabó la anterior, por el mismo camino, lo cual no dice mucho a su favor. Se siguen manteniendo los problemas del pasado año y los responsables de la serie no parecen darse cuenta (o no quieren darse cuenta) de que algo va mal. Y si a eso le sumamos la dificultad añadida de buscar un sustituto para Michael Scott tras la anunciada marcha de Steve Carell, cada vez se ve menos en ‘The Office’ lo que en su día le valió para ganarse a pulso el ser una de las mejores comedias actuales.

¿Qué falla en ‘The Office’? La evolución de los personajes. Michael Scott ha pasado de ser un jefe pesado pero que se preocupa por sus empleados a una exagerada caricatura de sí mismo. Con Dwight podríamos decir prácticamente lo mismo, de ser un personaje raro y excéntrico a ser un loco que incomoda al espectador. Pero sin duda dos de los que más han cambiado han sido Jim y Pam. Jim ya no es el agradable bromista que conocimos, ni Pam la secretaria risueña e inocente. Ambos han perdido el encanto que nos conquistó en las primeras temporadas.

También llama la atención el sorprendente protagonismo que le quieren dar al personaje de Andy. En uno de los dos últimos capítulos emitidos le hemos visto ser el protagonista absoluto del arco argumental y en otro ha sido el organizador de una de esas reuniones incómodas para todos que solía hacer Michael. Su protagonismo contrasta con la poca participación del resto de secundarios, que si ya antes estaban en un segundo plano, ahora ya apenas ni aparecen. También da la sensación de que están probando a ver qué tal funcionaría Andy como sustituto de Michael, lo cual para mí sería claramente un error. Andy es gracioso en pequeñas dosis, pero con tanto protagonismo se convierte en un personaje pesado y cargante.

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